En la actualidad, las tendencias en decoración de interiores cambian constantemente y son cada vez más proclives a integración de estilos. La tendencia para amueblar los interiores de las casas se basa en la mezcla de estilos, y la actitud zen se encuentra entre ellas, por lo que las modas asiáticas están en auge. Hoy en día prestamos especial cuidado a los ambientes vitales y los muebles procedentes de Asia concuerdan perfectamente con los interiores europeos. En esta variada gama de muebles encontramos muchos productos originales, funcionales y extraordinariamente cómodos. Estos muebles provienen fundamentalmente de China, Corea e Indonesia. Las materias primas más usuales son maderas exóticas, muebles lacados o muebles en mimbre de bambú entre otros, y los encontramos en colecciones muy variadas: camas, armarios, sillas, mesas de salón… Son tantas las posibilidades, tanto de muebles como de accesorios (alfombras, tapices, porcelana china, figuras…) que nos será difícil elegir las piezas para amueblar nuestro hogar. Eso sí, si seguimos las reglas básicas que dicta la filosofía zen, conseguiremos que nuestro hogar esté marcado por el dinamismo y el buen humor. Y es que esta doctrina, con orígenes en el budismo, se basa en buscar el equilibrio y la armonía personal para encontrar el sentido de nuestra existencia, y aplica esta actitud de vida a todos los aspectos de la vida.
Son cada vez más las tiendas que nos proponen muebles asiáticos, rompiendo así el estigma de pobre calidad que persigue a los productos orientales, aunque deberemos tener en cuenta que a veces surgen en los muebles pequeñas fisuras por el cambio radical de clima que sufren; aunque son fácilmente reparables y muchas veces se venden con descuentos por este motivo. Igualmente, hay otros comercios que están especializados en muebles asiáticos de colecciones únicas y de gran prestigio que harán del interior de vuestro hogar un lugar refinado y apacible, un lugar donde sentirse bien.
Por otra parte, otra tendencia en mobiliario de origen oriental es el Feng Shui. Se trata de un arte milenario chino cuyo objetivo es organizar la vida en función de las fuerzas naturales del cosmos, esto aplicado a los interiores de las casas no es otra cosa que saber ubicar en el lugar más indicado los muebles y accesorios. La teoría de la que parte el Feng Shui es que los espacios están cargados de energía que debemos lograr canalizar para que se transmita a la experiencia vital de las personas.
Los campos de energía están fijados por los colores, las luces y la posición de los muebles y accesorios utilizados.
Una norma importante es evitar que la puerta de entrada esté enfrente de una puerta de salida o una ventana, pues en este caso la energía fluye entre ambos puntos sin ocupar el espacio.
La zona de cocinar y la de limpieza no deben estar confrontadas pues puede ser perjudicial para la energía de los alimentos.
La cama no se debe colocar delante de la puerta o bajo una ventana. Lo ideal es colocar la cabecera hacia el norte y en una pared desde la que se pueda ver la puerta de entrada, pero sin estar exactamente delante.
Se debe evitar el desorden pues provoca que la energía se estanque y no se distribuya uniformemente por la estancia.
Para aumentar y optimizar la energía positiva se pueden utilizar una serie de elementos como plantas, cristales de roca, campanitas de viento y objetos móviles.
Quienes aplican las normas del Feng Shui explican que los beneficios son numerosos: ayuda a dormir mejor, mejora la salud, aumenta la motivación y a disfrutar de una mayor energía que se puede ver demostrada en todos los aspectos de la vida, desde el laboral y social al personal. En definitiva, vivir mejor.